Rosa Parks, una costurera afroamericana de 42 años, se negó a ceder su asiento en un colectivo a un pasajero blanco en Montgomery, Alabama, en diciembre de 1955, desencadenando así un hito en la lucha contra la discriminación racial en Estados Unidos. Su arresto impulsó el boicot a los autobuses que duró 382 días y fue liderado por Martin Luther King Jr., un pastor bautista que se convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos civiles de la población afroamericana.
King, hijo de un pastor bautista en Georgia, se destacó por su oratoria y liderazgo en marchas pacíficas en todo el país. Su discurso "I have a dream" en Washington D.C. en 1963 se convirtió en un ícono de la lucha por la igualdad racial. Tras lograr importantes avances legislativos, King centró su lucha en la justicia social y la igualdad de oportunidades económicas para todos los ciudadanos.
Trágicamente, King fue asesinado en Memphis en 1968, lo que desencadenó disturbios en todo el país. A pesar de las dudas que rodearon su muerte, su legado perdura como un faro de esperanza en la lucha por la igualdad y la justicia en Estados Unidos.