A lo largo de su historia, Japón, a pesar de ser una potencia mundial en la industria automotriz y contar con un fuerte automovilismo, no ha tenido pilotos ganadores en la Fórmula 1. Los terceros puestos de Aguri Suzuki en el Larrouse en 1990 y de Takuma Sato en un Honda en Estados Unidos en 2004 son los mejores resultados obtenidos. Yuki Tsunoda se encuentra ante una oportunidad única al ascender a Red Bull, una de las principales escuderías.

Su ingreso al programa Junior de pilotos de Red Bull se produjo tras la confirmación de la motorización de Honda para Red Bull y Toro Rosso en la Fórmula 1. Tsunoda emigró a Europa para competir en la Fórmula 3 con el respaldo de Red Bull, culminando noveno con el equipo Jenzer. En su debut en la Fórmula 2 con Carlin, obtuvo tres victorias y peleó por el título hasta la última fecha, finalizando tercero.

A pesar de su desempeño, en Red Bull surgieron dudas sobre sus habilidades debido a su comportamiento impulsivo e inconsistente. En 2022, se contrató a un psicólogo para ayudarlo a mejorar en este aspecto. Tsunoda expresó su voluntad de enfrentar este desafío y demostrar su consistencia en la pista.

Su ascenso a Red Bull se da en un contexto donde el equipo enfrenta desafíos técnicos y la competencia de escuderías como McLaren, Ferrari y Mercedes. La adaptación de Tsunoda al RB21 será fundamental para el desarrollo del auto. Aunque se espera que su experiencia contribuya al equipo, deberá enfrentar la presión de competir al lado de Max Verstappen, el actual campeón mundial.

El futuro de Tsunoda en la Fórmula 1 todavía es incierto, pero su determinación y habilidades serán puestas a prueba en cada carrera.