En una aldea tranquila entre encinas y castaños se encuentra el puente internacional más corto del mundo. Con apenas tres metros de largo, el puente de madera llamado El Marco une el pueblo español de La Codosera con el portugués Varzea Grande, a través del arroyo de Arronches o río Abrilongo, actuando como frontera entre ambos países. Construido en 2008 para reemplazar un paso improvisado, esta estructura financiada por la Unión Europea simboliza la conexión entre comunidades vecinas que comparten historia y cultura.
A pesar de su tamaño diminuto, El Marco es reconocido por cambiar de huso horario al cruzarlo, ya que España opera con la Hora Centroeuropea y Portugal con la Hora del Meridiano de Greenwich. Más allá de su función práctica, el puente representa la cooperación transfronteriza y la convivencia entre dos regiones unidas por lazos familiares y sociales. En este contexto, El Marco ha trascendido su papel inicial como paso vecinal para convertirse en un símbolo de conectividad local y de una Europa unida sin fronteras físicas.